Las ardillas, aunque adorables, pueden resultar muy problemáticas. Nos entretienen con sus travesuras, pero también nos desesperan cuando atacan los tomates que tanto esfuerzo nos costó cultivar. Proteger estos frutos se vuelve esencial, y por eso este artículo presenta 16 estrategias para que los jardineros puedan defender sus plantas de tomate y disfrutar el resultado de su trabajo.
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¿Por qué las ardillas aman los tomates?
Las ardillas se sienten atraídas por nueces, semillas y frutas, por lo que los tomates, al ser jugosos y nutritivos, les resultan irresistibles. Durante los meses abundantes del verano y el otoño, buscan alimento activamente y almacenan parte de él para el invierno. Este instinto natural las lleva a explorar cualquier fuente de comida disponible.

Ardillas comiendo plantas de tomate
Sus impresionantes habilidades para trepar y saltar hacen que sea difícil mantenerlas alejadas. Por eso, las ardillas se convierten en visitantes no deseados en nuestros jardines, impulsadas por su búsqueda constante de comida y su aguda percepción del entorno.
Cómo mantener a las ardillas alejadas de tus tomates
Hemos recopilado 16 formas inteligentes de evitar que las ardillas se coman tus tomates, combinando métodos naturales con barreras físicas para proteger tus plantas.
1. Instala cercas altas
Dado que las ardillas tienen una gran habilidad para saltar y trepar, las cercas deben tener al menos entre 1.5 y 2 metros de altura para proteger eficazmente las plantas de tomate. Además, como también son buenas excavadoras, es importante enterrar la base de la cerca al menos 15 a 20 cm bajo tierra para evitar que se metan por debajo.

Cerca alta para detener ardillas
2. Usa mallas protectoras
Las mallas son una barrera eficaz contra las ardillas. Elige mallas metálicas con aberturas pequeñas o la mayoría de las mallas para aves que permitan una buena ventilación y entrada de luz solar, pero que impidan el acceso a las ardillas. Asegúrate de que la malla cubra toda la planta y esté bien sujeta para que no puedan colarse por los bordes.

Malla para aves para plantas de tomate
3. Prueba con invernaderos portátiles
Utilizar invernaderos para cultivar tomates es una solución práctica y eficaz contra las ardillas, ya que funcionan como una barrera física y, al mismo tiempo, ofrecen un entorno óptimo para mejorar la producción y calidad de los tomates. Aunque los invernaderos comerciales son comunes entre productores a gran escala, los jardineros domésticos pueden optar por versiones portátiles más asequibles.

Invernadero tipo túnel – Amazon
4. Planta compañeros repelentes de ardillas
Cultivar ajo, cebolla o chiles picantes cerca de tus tomates ayuda a mantener alejadas a las ardillas debido a sus olores fuertes. También puedes añadir hierbas aromáticas como albahaca y romero, que actúan como repelentes naturales.

Plantas compañeras que repelen ardillas
5. Mantén el jardín limpio
Un jardín ordenado disuade a las ardillas. Retira con regularidad las frutas y nueces caídas para eliminar sus fuentes de alimento. Asegúrate de que los cubos de basura estén bien cerrados y no contengan restos de comida. Recorta la vegetación densa y mantén el césped corto para reducir los escondites. Eliminar los restos de jardín y escombros disminuye las probabilidades de que las ardillas encuentren un lugar acogedor en tu espacio verde.

Mantén limpio el huerto de tomates
6. Repelentes naturales
Los repelentes naturales se basan en olores y sabores que las ardillas detestan, lo que ayuda a mantenerlas alejadas de las plantas. Por ejemplo, espolvorear pimienta de cayena, rociar una solución de ajo o incluso agua jabonosa son medidas disuasorias naturales muy efectivas. Aplica estos productos directamente sobre las plantas y el suelo. Sus aromas fuertes ahuyentan a las ardillas. Sin embargo, es importante reaplicarlos con frecuencia, especialmente después de la lluvia, para mantener su efectividad.
7. Repelentes y dispositivos comerciales
En el mercado existen varios repelentes y dispositivos comerciales que protegen las plantas al emitir sustancias químicas o sonidos que ahuyentan a las ardillas. Estos productos son prácticos y duraderos, aunque a veces pueden ser costosos. Al elegir repelentes químicos, asegúrate de que sean seguros para personas y mascotas. Algunos dispositivos también pueden molestar a otros animales silvestres o incluso a los vecinos.
8. Sonido y luz
El uso de sonido y luz es otro método sin contacto para ahuyentar ardillas. Los dispositivos ultrasónicos emiten sonidos casi imperceptibles para los humanos pero muy molestos para las ardillas, lo que ayuda a mantenerlas alejadas de ciertas zonas. De manera similar, las luces intermitentes intensas también pueden asustarlas. Sin embargo, con el tiempo las ardillas pueden acostumbrarse a estos métodos y dejar de reaccionar ante ellos.

Dispositivos ultrasónicos para ahuyentar ardillas
9. Alimenta a las ardillas
Considera colocar un comedero para ardillas con sus alimentos favoritos, como nueces, manzanas, zanahorias y tomates. Si tienen acceso a otras fuentes de alimento, es menos probable que invadan tu jardín.

Comedero para ardillas
10. Coloca un recipiente con agua
A veces las ardillas mordisquean los tomates no porque quieran la fruta, sino porque tienen sed. Si ves pequeños mordiscos en tus tomates, puede ser señal de ardillas sedientas. Colocar un cuenco de agua cerca del jardín puede mantenerlas hidratadas y alejadas de tus tomates.
11. Método del espantapájaros
Los jardineros usan espantapájaros para ahuyentar aves, y una táctica similar también funciona con las ardillas: utilizar búhos falsos. Las ardillas temen naturalmente a los búhos y otros depredadores. Para que estos búhos de mentira o figuras de depredadores sean efectivos, debes moverlos de lugar con frecuencia. Es como ponerle ropa a un espantapájaros para que parezca más realista y asuste a las aves.

Búhos falsos
12. Orina de depredador
Las ardillas son muy sensibles a su entorno, especialmente a los olores que indican peligro. Comprar y rociar orina de zorro o coyote alrededor del jardín puede ahuyentarlas. Al igual que con el agua de ajo o la pimienta, es más efectivo aplicarla después de la lluvia para mantener su eficacia.
13. Rociadores de agua
Instalar rociadores en tu jardín puede disuadir a las ardillas. Definitivamente no les gusta mojarse mientras intentan robar tomates.
14. Adopta gatos o perros
Los gatos y los perros son de los mejores disuasivos contra las ardillas, ya que perseguirlas es un comportamiento natural para ellos. A veces, solo el olor de la mascota en el jardín basta para espantar a las ardillas. Cuando tus tomates estén madurando, esparce un poco de pelo caído de tu gato o perro alrededor de las plantas para mantenerlas alejadas.

Adopta un perro – el mejor disuasivo para ardillas
15. Acéptalas
Como dice el dicho: “Si no puedes con ellas, únete a ellas”. Planta una o dos veces más tomates de los que realmente necesitas y comparte tu jardín con las ardillas. Así se alimentarán con el excedente y dejarán suficientes tomates frescos para tu mesa.

Muchos tomates
16. Contrata profesionales
Los servicios profesionales de control de plagas también ofrecen soluciones para ahuyentar ardillas. Consulta con empresas locales sobre sus servicios disponibles.
Conclusión
Estas 16 estrategias pueden ayudarte a proteger tus tomates de las ardillas. Tomar medidas eficaces es clave para mantener a salvo tu jardín casero de estos ágiles visitantes. Sin embargo, ninguna solución garantiza un 100% de efectividad, ya que las ardillas son muy adaptables y pueden acostumbrarse a ciertos métodos con el tiempo.
Por ello, lo más efectivo suele ser combinar y ajustar varias estrategias según tu situación. En algunos casos, las barreras físicas serán lo más útil; en otros, los repelentes naturales o los dispositivos sonoros funcionarán mejor. O bien, usar un enfoque mixto puede ofrecer los mejores resultados. Con algo de prueba y error, sin duda disfrutarás de una cosecha abundante.